Esto obligaba a negociar una refinanciación de la deuda mientras el máximo accionista, la Fundación VCF, no podía devolver el préstamo, lo que provocó la intervención del avalista: el IVF de la Generalidad Valenciana, pagando con dinero público parte de los intereses del préstamo: 4’8 millones de euros. La 4.ª jornada de Liga el equipo ya tenía un nuevo técnico, el italiano Claudio Ranieri, un entrenador totalmente distinto a Valdano que basaba todo su fútbol en la solidez defensiva, sin tener la posesión del balón, pero con un contragolpe letal.