↑ a b c d Charlotte Robinson (2006). «So Tough: The Boy Behind the Sid Vicious Myth» (en inglés). ↑ As, ed. (2006). «Una Juve desmantelada en el pozo de la Serie B». ↑ Grant Wahl (28 de julio de 2009). «Onyewu finding his way into Milan». ↑ Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, ed. ↑ a b Steve Huey (2005). «Sid Vicious: Biography» (en inglés). Los hombres llevaban el torso desnudo y una falda-delantal de lino, lana o cuero, con cinturones de cuero y metal. En Grecia se usaba el lino, la lana y el algodón y, más tarde, la seda —proveniente de Oriente—, con prendas de piezas rectangulares ribeteadas por los cuatro lados, sin costura ni dobladillo, acompañadas de fíbulas y cinturones. Las clases más favorecidas portaban vestidos de lino o lana fina, llamados quitón, cubiertos por un manto denominado himatión. Las mujeres llevaban dos túnicas superpuestas, así como un manto sobre los hombros, a veces cruzado oblicuamente bajo un brazo; en ocasiones, también llevaban un velo sobre la cabeza. Aunque generalmente no se cubrían la cabeza, a veces llevaban un gorro sin ala llamado pileus y, en ocasiones, usaban el gorro frigio; también usaban una capucha llamada cuculus, bien como prenda independiente o unida al manto.
La principal prenda femenina era la blusa, una túnica larga y ceñida de distinto color según la posición social: blanca para las campesinas, rojo o azafrán para rangos más elevados. Se crearon así unos vestidos y túnicas de lujo y gran vistosidad, con intensos coloridos que denotaban la posición social: los colores púrpura, violeta y jacinto estaban reservados para la familia imperial, hecho recogido en el Código de Justiniano. Destacan los vestidos hallados en la tumba de Tutankamón, chandal chelsea 2021 revestidos de cuentas de cerámica y plaquetas de oro. La toga morada y bordada en oro (toga picta) era usada por los emperadores. Una variante, la toga candida, era totalmente de color blanco y la empleaban los políticos que se presentaban a algún cargo, de donde deriva el término «candidato». Los efebos y guerreros jóvenes usaban la clámide, una prenda corta y ligera que permitía el movimiento, especialmente para cabalgar. Parecía que llega “Dios”.
En cuanto al peinado, en época arcaica tanto hombres como mujeres llevaban el pelo largo, pero posteriormente fue costumbre que los niños se lo cortasen al llegar a la pubertad. C., era una túnica sin mangas sujeta a los hombros mediante broches, utilizada tanto por hombres como por mujeres. El himatión era una capa rectangular de lana tejida de tres metros de largo por medio de ancho. El peplo era una tela rectangular de lana o lino de tres metros de largo por dos de ancho; podía ablusarse mediante un cinturón, que formaba un pliegue llamado kolpos, que podía usarse como bolsillo. Muy educado Don Silvio, como le llamaban todos. Se hizo famosa por sus prendas de punto con trampantojos, unos dibujos incorporados a la tela que parecían objetos externos, ya fuesen textiles, como lazos, cinturones, bufandas o pajaritas, como de diversa índole, como tatuajes o esqueletos. Llevaban anchas bufandas y el pelo se recogía en moños, decorados con peinetas, horquillas y diademas. Era corriente teñirse el pelo de rubio y, en ocasiones, usaban pelucas y postizos.
Entre las mujeres era costumbre sujetarse el pelo con cintas, así como recogerse el pelo en moños. Los egipcios también trabajaron el cuero, como se denota en las sandalias de Tutankamón, de cuero verde con hojas de oro, chandal chelsea 2022 y en la tienda fúnebre de la reina Isimjeb (dinastía XXI). Otros materiales con los que trabajó fueron la fibra de vidrio, el cuero fluorescente, el papel, el metal martillado y el aluminio. En la Alta Edad Media los trajes religiosos se diferenciaban de los civiles en que eran más largos y de colores austeros; en cambio, los ropajes litúrgicos eran de materiales finos y colores brillantes. El material más usado para este conjunto era la sarga para el invierno y el lino para el verano, materiales más ligeros que resultaban igualmente más cómodos. Un ejemplo ideal es este chándal de Asos. En este período se desarrollaron notablemente las vestiduras religiosas, debido al papel protagonista de la religión en la sociedad. Uno de los rasgos más característicos de este período en indumentaria masculina fue la utilización de prendas bifurcadas para las piernas (pantalones), de las que había dos variantes: las calzas y los calzones.
Esta cultura influyó en los llamados b-boys —bailarines de breakdance—, así como a los artistas callejeros del grafiti, que se caracterizaron por el uso de pantalones y camisetas holgados. Desde el siglo XI se elaboraban prendas con telar, principalmente mantas, faldas y taparrabos, en tejido simple o sarga, así como prendas sin telar, trenzadas o entrelazadas, sobre todo fajas y camisas. Entre mediados de siglo y comienzos del siglo XX surgieron diversas tendencias adaptadas de estilos anteriores europeos, como el directorio, el burgués y el neorrococó. Para el calzado, entre los siglos xiv y xv (entre 1360 y 1410 aproximadamente) estuvieron de moda los zapatos con puntas alargadas, a veces de hasta 45 cm, conocidos como zapatos «a la cracoviana» (crackowes) o «a la polonesa» (poulaines). En la Plena Edad Media (siglos xii-xiii) hubo un refinamiento de las costumbres y el vestuario buscaba aportar una mayor elegancia al portador. El quitón surgió en las costas jónicas del Asia Menor y se extendió por la Grecia continental entre los siglos vii y vi a. En esta época la industria sedera estaba muy avanzada: algunos restos arqueológicos de principios del siglo VII revelan que los telares de seda podían realizar tramas de hasta 3680 hilos en un solo dibujo.